Farmers&Friends

Fuente: Hola.com

Pese a la dureza del invierno, la primavera siempre regresa. Y con ella la propia vida. Cada día más luz, cada semana con más calor. Pasamos de una foto casi fija a cambios diarios cada vez más brucos. Los ritmos de crecimiento se multiplican a todos los niveles. Bajo el nivel de la superficie, la temperatura también va aumentando más o menos deprisa dependiendo del tipo de tierra y cómo este protegida (con acolchados varios, con cubiertas vegetales etc.). Los procesos de mineralización se acentúan por el aumento de la temperatura que genera la activación de la vida microbiana. Las plantas tienen más energía para crecer rápidamente, en momentos de desordenes o reequilibrios, las plagas y las enfermedades aprovechan la oportunidad para actuar en la planta. Debemos estar atentas y atentos. La mejor prevención es una tierra equilibrada a través de una buena rotación de cultivos y alimentar la tierra con compost madurado según las exigencias del cultivo.

Al inicio de la estación, cuando las temperaturas comienzan a aumentar, la superficie plantada con verduras y raíces que nos han alimentado durante el invierno es mucho menor. Debemos tener presente cuál es el ciclo de cada especie que queramos poner para programar las plantaciones. Para varias especies convendrá hacerlo de manera escalonada, como el caso de las lechugas, acelgas, rabanitos etc. Recordad que cada 15 días tenemos una luna descendente y es una buena ocasión para aprovechar su impulso y nuestras plantaciones a ese ritmo. También será el tiempo de preparar plantel de hortalizas de verano y la tierra para esos cultivos. Si tenéis plantados abonos verdes, debemos dar tiempo a a la tierra para que los pueda asimilar.

En una huerta de regadío serán suficientes de 15 a 20 días tras la incorporación del abono verde y antes de empezar a plantar. El inicio de la primavera, si no tenemos tempero en nuestra huerta, también es el momento para dar el primer riego a los ajos. El segundo y último riego, siempre teniendo en cuenta las lluvias que haya recibido, debería realizarse a principio de mayo.

En esta época, muchas hortalizas suben a flor con la intención de ser semilla y con la esperanza de volver a ofrecernos sus atributos. Debemos observar las plantas durante todo el ciclo de desarrollo el cultivar, identificar aquellos individuos que más nos interesen y seleccionar los más sanos y mejor desarrollo.

Fuente: Fertilidad de la tierra nº 84. (2.021)